Razones para creer en la revolución (Coca Cola)

Cuarenta y ocho horas después de colgarlo en internet, mi vídeo "Razones para creer (en la revolución)" ha recibido 9.000 visitas y sigue subiendo.

Se trata de un vídeo en apoyo a los trabajadores de Casbega, concesionaria de Coca Cola en España, que edité este fin de semana a raíz de la noticia de ejecución de un expediente de regulación de empleo que podría dejar en la calle a 1200 trabajadores.

Las últimas noticias, por el momento, apuntan que podría haber 350 prejubilados y 750 despedidos, aunque continúan las negociaciones.

El vídeo original es un conocido spot de la marca Coca Cola en el que se enumeran razones para tener una actitud positiva en la vida: "por cada arma que fabrican los gobiernos, se hacen tropecientos ositos de peluche". Todo ello mientras un coro de niñas norteamericanas canta "Whatever", de la banda Oasis. Una bomba emocional.

Dado que provengo del mundo de la publicidad, se me ocurrió que podía aportar mi granito de arena utilizando ese mismo arsenal de emociones para dar visibilidad a la lucha de los trabajadores de Casbega. Lo que hice fue simplemente mantener el esqueleto del anuncio y aportar mis propias razones para creer.

Bajo el hashtag #cocacola0despidos, se ha creado una corriente de presión ciudadana contra los despidos injustificados. Y es que esa es la clave. Se trata de un ERE sin ninguna justificación económica, dado que la empresa sigue teniendo beneficios millonarios.

Hay quien me ha comentado que en un mundo ideal, las multinacionales como Coca Cola estarían siendo juzgadas y condenadas por crímenes en todo el mundo, pero no estamos luchando esa batalla ahora mismo. En esta ocasión se trata de que el Gobierno de Mariano Rajoy aprobó una Reforma Laboral que permite este tipo de despidos masivos injustificados, dejando en situación de total indefensión al ciudadano, al trabajador. Pues no hay que olvidar que, aunque en los envases veamos el logo de Coca Cola, el gran gigante estadounidense, quien mueve los hilos de este ERE son, en realidad, empresarios españoles.

Tenemos antecedentes recientes como Gamonal o la huelga de barrenderos de Madrid, que demuestran que sí se puede, que la unión ciudadana nos otorga la fuerza necesaria para cambiar las cosas... pero es requisito imprescindible que dejemos de mirarnos nuestros propios ombligos y empecemos a ser solidarios entre nosotros: bomberos, mineros, barrenderos, profesores, vecinos...

Una vez más hemos de gritar : "No a la reforma laboral".